QUIERE ANDALUCÍA

Autor del dibujo y de los poemas: Javier Sánchez































Sevilla de albero 

Parque de María Luisa,

olores de jazmín,

aleteo de blancas palomas,

rincón de recuerdos,

de paseos y besos robados

de escondidas parejas.

Torre del Oro, de cúpula dorada,

reflejas tu figura 

en un Guadalquivir, de aguas amadas.

Torre del Oro, árabe morada.

Puente de Triana,

de ojos grandes,

que camina sobre un río 

que abraza, que separa, 

que une,

Sevilla y Triana,

Triana y Sevilla.

Giralda árabe,

catedral cristiana,

que mira desde lo alto

una ciudad de embrujo.

Sevilla bella,

de historia eterna.


Córdoba la llana

Córdoba llana, Córdoba mora,

paseo por tus calles estrechas,

de esquinas con olor a flores.

Tres mundos te han contemplado:

árabe, judío, cristiano.

Sus cicatrices en tu cuerpo

han dejado.

Veo tus naranjos

abrazando una plaza

de mezquita árabe,

cuyo interior lo ocupan

sombras recogidas.

Grandes columnas,

arcos inmensos, al lado,

a Cristo rezo.

Veo, siento,

tus cruces de mayo

que crecen buscando

tu cielo etéreo.

Huelo tus patios,

vergel de flores,

lluvia de colores

que inundan mis sentidos

con un olor a nuevo.

Córdoba cristiana,

Córdoba la bella.


Málaga bella 

Málaga de blancas jábegas,

de olores marinos

y pétalos rojos.

Málaga de un Picasso

eterno, 

que cabalga 

sobre olas de paleta

de colores vivos

y mensajes de pasión. 

Málaga de espetos

en la playa

mirando costas bellas

hacia un horizonte,

de un océano de promesas.

Sierra de pueblos

volcados sobre profundos

tajos.

Pueblos blancos

de cuestas empinadas

llenas de flores

que embriagan las 

paredes encaladas. 


A Graná

Cumbres nevadas

con aroma nazarí

que abrigan 

doradas almenas

de una Alhambra 

de fantasía.

Caminos estrechos,

que serpentean

a través de un barrio gitano

lleno de arte, tronío y flamenco

que forman un Albaicín

de raza.

Historias de olores de jázmín

y huríes escondidas,

vigiladas por unos leones blancos

que rugen en silencio

bajo el trino de un agua clara, 

anhelante y fresca,

cuyo sonido ocultan

unas voces que susurran.

Mármol blanco,

de celosías veladas,

tras las que suspiran

rostros de bellos ojos,

en un arrayán

lleno de suspiros 

y amores prohíbidos.


Cádiz de chirigota

Barca marinera,

que boga sobre olas perdidas.

Barca que navega

sobre un mar oscuro, profundo,

de horizontes infinitos,

de promesas vagas

y suspiros breves.

Barca que salta

sobre aguas de espuma blanca,

mirando costas bellas

de un Cádiz fenicio, de un Cádiz blanco,

de chirigotas de colores,

de voces etéreas de juglares de verdades.

Barca marinera

que cabalga sobre olas de paleta

color blanco y verde,

como esa bandera que cubre

nuestra amada tierra.

Barca pesquera,

que vemos desde el malecón

dirigirse hacia un horizonte,

de un océano de promesas.


Huelva marinera

Fandangos marineros,

que resuenan en la bahía,

entre carabelas

de velas blancas

que navegan

hacia un mar lejano.

Huelva de chocos, gambas

y coquinas,

de jamón y chacinas,

de olor a cuero de

renombre.

Blanca Paloma,

que sus fieles

en volandas llevan

al son de su Salve,

por su aldea del Rocío.

Caballos galopando

sobre marismas

de un Doñana  de

ensueño, donde

el lince es su dueño.

Huelva minera 

de aguas oscuras,

tintas del color 

del hierro y de hombres 

de rostros manchados.


Jaén eterna 

Capital del Santo Reino,

muy Noble y muy Leal 

Ciudad de Jaén, 

Guarda y Defendimiento 

de los Reinos de Castilla.

Te alzas al pie

de tu Cerro

de Santa Catalina,

con calles empinadas

y pronunciadas

pendientes.

Tus tierras de olivares,

fruto de oro líquido,

aceite de oliva que adereza

nuestro yantar.

Bello castillo

con sus tres alcázares,

tierra de batallas, tierra de héroes.

Navas de Tolosa y Bailén. 

Sierras bravas,

tierras de bandoleros,

tierras de guerrilleros

llamadas de

Despeñaperros.


Almería mojaquera 

Almería mora,

con su alcazába en lo alto

del cerro

de San Cristobal,

de desiertos de cine

y mar verde esmeralda.

Cabo de Gata

de costas 

de altos acantilados,

de playas

de olas bravas

y arena 

como lluvia dorada.

Pueblos blancos

refugio del dios Indálo,

dios grande, fuerte,

poderoso y protector.

Mojácar Blanca,

Mojácar bella,

de muñeco mojaquero,

pintura roja de almagre

que ahuyenta el mal de ojo 

y preserva tormentas

sobre blanca fachada.

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