PALO LARGO LA ESCOBA ASTRONAUTA
Palo Largo era una delgada escoba de madera de fresno, fuerte pero elástica, muy querida por las otras escobas y escobones, habitantes del mundo de los Cuatro Lados.
Solamente una pena interior la deprimía, las brujas de cien kilómetros a la redonda la rechazaban como medio de transporte.
-Pero, señora... - suplicaba Palo Largo, cada vez que coincidía con una bruja de sombrero puntiagudo- ¿Por qué no quiere volar conmigo?.
-¡Rayos, sapos y culebras!- exclamó iracunda la bruja del Lado Norte de la Esquina Oeste. Una señora con muy malas pulgas, por cierto. - Sabes que te hicieron tan perfecta, tan recta, que no sirves como escoba para el sindicato de brujas.
-Pero si sé volar muy bien... y muy rápido.
-Mmmm... ¡He dicho que no! Y ahora vete o te convierto en leña para calentar mi caldero de fabricar pócimas.
Y nuestra escoba, con la cabeza baja, entristecida, se marchó a llorar sus penas, a un rincón de la destartalada cabaña de la bruja Cuatropelos.
Al lado de la marmita, en la que la bruja preparaba sus pócimas, dormitaba un gran gato de pelaje oscuro que calentaba su orondo cuerpo con las brasas de la ahora apagada hoguera. Al oír el llanto de la apenada escoba, ronroneó, bostezó, estiró su flexible cuerpo y moviendo sus largos bigotes maulló a la triste Palo Largo:
-Yo tengo la solución, querida. Y cállate, soy un viejo gato romántico que no puede ver como una joven escoba derrama sus lágrimas.
-¿Es verdad, señor Gato?-contestó esperanzada, nuestra amiga.
-Pues claro. La solución es muy fácil. La profesión del futuro, es ser una escoba astronauta.
Palo Largo, abrió sus ojos sin comprender muy bien lo que el gato le había dicho.
-¿Y eso qué es?.
- Hay que modernizarse, querida. Tú sabes volar... ¿verdad?- la escoba asintió, agitando sus pies de finas ramitas. - Pues entonces si sabes volar y además eres rápida... está claro: escoba astronauta.
Aquel gato de pelaje color del carbón, había perdido el seso. Pensó Palo Largo... pero y si tenía razón...
-¿Y a dónde he de ir para que me den ese puesto de astronauta?.
-Dirígete al Lado Oeste de la Esquina Este. Allí vive la bruja Pelosverdes. Di que vas de parte de Carbonilla, el gato de la bruja Cuatropelos, es una señora buena amiga de mi familia.
Tras volar durante varias horas de un lado al otro del país de Viveconlamagia, nuestra joven escoba llegó a la cabaña de la bruja Pelosverdes.
Aquella casa de dos plantas, estaba cubierta de antenas y radares de todos los tamaños y colores.
Iba a llamar a la puerta, cuando una voz retumbó a través de un pequeño altavoz.
-Bienvenida, Palo Largo.
Por la ventana que había al lado de la entrada, apareció la figura de una bruja de rasgos alargados, una agradable sonrisa, con una mata de pelos verdes y un enorme sombrero de colores azules.
-Pasa, pequeña, Carbonilla ya me avisó de tu llegada.
-Gracias, señora, muy amable.
Cuando Palo Largo entró dentro de la gran cabaña, se encontró en una sala llena de consolas con enormes paneles, repletos de botones y pantallas multicolores en las que se veía todo lo que pasaba, en el mundo de los Cuatro Lados.
-Así que quieres ser una escoba astronauta...
-Mmmm... Sí. Eso es lo que desearía.
-¿Sabes lo que tiene que hacer una escoba astronauta?.
Palo Largo negó con la cabeza, mientras contemplaba con entusiasmo aquella cantidad de botones y mandos.
-A mis órdenes tengo el mejor escuadrón aéreo de escobas, que puedas encontrar en todas las esquinas de este mundo nuestro. Son mis mensajeras y llevan el correo de una bruja a otra.
-Ahora mismo tengo una plaza vacía. Una de mis escobas ha sufrido un accidente y necesito cubrir la plaza. ¿Te interesa?...
Palo Largo no daba crédito a lo que oía. Por fin, alguien le ofrecía un trabajo.
-¡Claro que sí!¿Cuándo empiezo?
-Enseguida. Debes llevar este mensaje a la bruja del Hueco Oeste de la Esquina Sur de la Parte Este del Lado Norte. ¿No te perderás?.
-No, señora bruja. Me conozco el mundo de los Cuatro Lados, como si fuera el manojo de ramitas que me sujeta.
Y de esta forma, con tesón, trabajo y profesionalidad, Palo Largo llegó a ser directora general de la escobas astronautas del mundo de los Cuatro Lados.
FIN
Javier Sánchez
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